Atzavares es el edificio donde los estudiantes acuden a las clases de Periodismo en la Universidad Miguel Hernández de Elche. La construcción es de color burdeos y aparenta por fuera una base militar con antenas parabólicas en el tejado. La licenciatura nació hace tres años y como los niños, se está desarrollando. Al ser tan nueva, los estudiantes están insatisfechos con las instalaciones.
El edificio está ubicado en la zona más apartada del campus. Esto provoca el sentimiento de aislamiento entre los compañeros. Además, para ir hay que recorrer todo el campus y pasar el último tramo por un barracón sin asfaltar. Actualmente se está construyendo un pequeño camino que une el edificio con el predecesor.
Todos estos cambios y modificaciones que va pasando el edificio son gracias a las numerosas quejas de los alumnos. Aunque hoy por hoy vemos muchos progresos, más tuvieron que pasar los alumnos de la primera promoción pues no tenían baño y el techo se les caía encima. Parecía una pequeña trinchera en la que sobrevivir cada día.
Sin embargo, todo no es tan malo. Todo lo que hagamos por la Universidad para mejorarla y ser una de nuestras metas añadidas hasta que nos graduemos. ¿Cómo puedo decir algo así? ¿Qué debo yo a la universidad? Semejante barbaridad debería ser tachada pero meditemos. Nos estamos formando gracias a esta institución. Tendremos que dar por tanto que recibimos. Seremos los futuros periodistas gracias al lugar en que pasaremos cinco años de nuestra vida.
Seguro que si el edificio está equipado con toda clase de tecnología última generación y con instalaciones de lujo, nuestro comportamiento sería muy distinto. Nos sentaríamos con los brazos cruzados y embobados, tratando de recibir todo. No daríamos nada a cambio, tampoco nos concienciaríamos con la situación ni miraríamos por mejorar.
Obstáculos tendremos por el camino. Siempre. La manera de salvarlos es superándolos con soluciones.
A pesar de los puntos negativos, agradezco la suerte de poder estudiar Periodismo en la UMH. Para lo que muchos es una obligación, para otros es un sueño. ¿Quienes lo notarán? Sobretodo los alumnos de origen humilde. También los que hayan nacido antes del 86, como yo. Por suerte, la carrera se imparte en una universidad pública ya que, de lo contrario, estudiaríamos en una privada. Por si no lo sabéis, la matrícula cuesta como mínimo 6 mil euros. O nos mudaríamos fuera de la provincia, pero muy lejos. La más próxima está en Valencia.
En esta vida hay que aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Y suelen aparecer más a menudo de lo que creemos.
Me encantará graduarme con una maravillosa historia sobre mis años universitarios. Sólo en dos años, me he llevado mucho más de lo que he dado.
Os dejo con esta frase que debéis tener grabada en la mente:
"No importa como empiezas, sino como acabas".
Hace 16 años
1 comentario:
Muy bien dicho! Enhorabuena, lo has plasmado perfectamente. Creo que todos nos hemos llevado más de lo que nos imaginábamos en un principio...
-Nos vemos en NoWus!
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